miércoles, 26 de agosto de 2015

Carta abierta a Otto Pérez, desde la "Guatemala profunda"


“Hago un llamado a que se manifieste en toda su fuerza esa Guatemala profunda, las organizaciones sociales, esa Guatemala rural que ha estado en el centro de mi atención, esa Guatemala plural y diversa. Los insto hoy como nunca a defender nuestra incipiente democracia, a ver con optimismo el futuro y a hacer las transformaciones profundas del Estado que nos abran el camino a una Guatemala más segura, más justa, más transparente, más participativa y más próspera”.
Otto Pérez Molina, 23 de agosto de 2015

Señor Pérez Molina: escuchamos con asombro su mensaje de 23 de agosto, en el que afirma ser ajeno a la corrupción generalizada en su gobierno, y amenaza con no renunciar a la Presidencia, que ya ejerce de forma ilegítima. En ese mensaje hace un llamado a la "Guatemala profunda, rural y diversa que ha estado en el centro de mi atención", para que se manifieste (a su favor).

Permítanos recordarle, ciudadano Pérez Molina, que su gobierno impulsó políticas de persecución y encarcelamiento de líderes comunitarios, con el objetivo de debilitar resistencias a proyectos extractivos. Las protestas sociales fueron criminalizadas, al punto que el año 2013 fue –desde la firma de la paz- el más violento en cuanto a la represión a organizaciones sociales: 647 agresiones contra activistas sociales, según información de la Unidad de Defensores de Derechos Humanos de Guatemala.

Bajo su presidencia se gobernó con lógica de cuartel, se sacrificaron y redujeron derechos constitucionales y colectivos, se agudizó la represión política para imponer un modelo económico fundamentado en la explotación de bienes de las comunidades y los derechos exclusivos de las empresas. 

En el año 2012 en Santa Cruz Barillas, en 2013 en cuatro municipios del oriente, en 2014 en San Juan Sacatepéquez, fueron suspendidas libertades y garantías democráticas, en situaciones de conflictividad social contra empresas invasoras. En el territorio de Tezulutlán usted, su gabinete de gobierno, los operadores de justicia y las empresas persiguieron de forma sistemática a organizaciones sociales y comunidades. 

Señor Molina, no es cierto que la población rural (esas comunidades que usted apenas conoció cuando llegó a apoyar proyectos empresariales o a dirigir la represión) haya estado en el centro de su atención. Su memoria, Otto Pérez, parece corta y su chequera larga: las  poblaciones lamentan el incumplimiento de las metas mínimas previstas en el programa Hambre Cero, programa estrella de su administración, la caída del gasto social hasta niveles ínfimos, muy lejos de las previsiones contenidas en los Acuerdos de Paz. Su gobierno, lo sabíamos y sabemos, concretó alianzas con sectores empresariales, economía criminal y emergente, comunidad internacional (sobre todo los gobiernos español, canadiense y de la Unión Europea) que excluyeron demandas sociales y persiguieron las luchas sociales. 

Ex Presidente, también conocido en los bajos fondos como Alto señor, el Dueño de la finca, el Mero mero, o simplemente Rata inmunda: déjenos decirle que parte del soborno que la empresa Jaguar Energy erogó para conseguir reuniones privadas con su persona (125,000 dólares a través de su secretario Gustavo Martínez) alcanzaría para pagar el salario mínimo de 355 trabajadores. Los fondos que, según investigación preliminar, recibieron usted, la ex Vicepresidenta Baldetti y allegados durante un año por defraudación tributaria (28 millones 556 mil quetzales) equivalen al salario mínimo de diez mil ochocientas personas. 

Las verdaderas prioridades de su administración fueron el cobro de comisiones por todo tipo de contratos, incluidos aquellos realizados con empresas transnacionales. Pero ya sabemos, Alto Dueño de la finca, que usted nada sabía de estos percances y en todo caso ya nos pidió perdón.

Ex Presidente, usted simboliza todo lo que rechazamos: el estado paralelo, los sobornos, la violencia y criminalización, el desconocimiento de la decisión de las comunidades, las cárceles inmundas a donde no llega la ex Vicepresidenta, el sistema de partidos, las elecciones del 6 de septiembre que oxigenan el poder de las mafias, el modelo económico y el modelo de estado, las cloacas y el estercolero en que han convertido el poder y la política, los pactos y rupturas de élites, entre élites y para élites

Nosotras y nosotros, la Guatemala profunda, somos personas, pueblos, comunidades, organizaciones a quienes -durante su mandato- usted calificó de criminales, terroristas, obstáculo para el desarrollo, bochincheros, manipulados por Ongs y comunidad internacional. Somos otra Guatemala, que se está movilizando para exigirle  su renuncia y decir que ni el Presidente, ni la clase política ni los poderes económicos ni el sistema en su conjunto nos representan.

Nos vemos en las calles de todo el país.

Datos de la Guatemala profunda
Guatemala destina apenas 8% de su Producto Interno Bruto a gasto público en salud, educación y seguridad. El promedio en América Latina es de 15%.
Cuba ocupa el primer lugar en gasto público en América Latina, con 41%. En Centroamérica, Nicaragua ocupa el 12.5% , Honduras y El Salvador el 12%.
La tasa de matriculación neta de educación primaria se sitúa en 80.4%, lejos de la matriculación universal prevista en las metas del milenio de Naciones Unidas.
Organizaciones internacionales consideran que en 2015 se perderán por corrupción alrededor de 4,160 millones de quetzales, equivalentes al 6% del presupuesto.
Esta pérdida de capital socava la realización plena y el respeto a derechos humanos como salud, educación, nutrición, vivienda y la vida.
Parte del soborno que la empresa Jaguar Energy erogó para facilitar reuniones privadas con Otto Pérez Molina (125,000 dólares en uno de los pagos) hubiera bastado para el pago de salario mínimo a 355 trabajadores.
El tratamiento de los conflictos sociales durante la etapa de gobierno de Pérez Molina ha estado determinado por la represión y el discurso de militarización, que se manifiesta, no solo en la cooptación de los principales puestos de poder en manos de exmilitares, sino en el recrudecimiento del cierre de espacios para los defensores/as y el acoso que ha sufrido la cooperación internacional al punto de la criminalización por el apoyo a causas sociales en las que los defensores trabajan (Udefegua).


Andrés Cabanas, 25 de agosto de 2015
http://www.memorialguatemala.blogspot.com/

PRONUNCIAMIENTO DEL PGT ANTE EL PROCESO ELECTORAL


La crisis política actual en el país es consecuencia de la lucha por la hegemonía y por el control del Estado y sus instituciones entre facciones de la clase dominante que representan intereses de los capitales transnacional, nacional y mafioso-criminal. El develamiento de La Línea y otras estructuras de corrupción pone en evidencia esta disputa, manifiesta en el control de los tres poderes del Estado.  

En este contexto, la celebración de elecciones generales no resuelve la crisis. Éstas constituyen un mecanismo de reacomodo de las fuerzas económicas y políticas dominantes y de refuncionalización del sistema.

El proceso electoral en curso está lleno de irregularidades y de violaciones a la Constitución Política y a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. El mismo Decreto 1-2015 de convocatoria a elecciones viola los artículos 113, 136 inciso c), 140 y 141 de la Constitución, relativos a la capacidad, idoneidad y honradez de las candidaturas; la libertad y efectividad del sufragio; el principio de representación; el principio de soberanía del pueblo y la prohibición de la subordinación entre poderes del Estado. Asimismo, viola artículos de la Ley Electoral y de Partidos Políticos relativos al financiamiento de las organizaciones políticas, campaña anticipada, suspensión de partidos por incumplimiento de dicha Ley, entre otros.

Realizar las elecciones es ilegítimo porque no se atendió la exigencia y las demandas de la ciudadanía de introducir reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Tales reformas buscaban democratizar la representación, depurar a los políticos corruptos y mafiosos a través de la no reelección, impedir el financiamiento ilícito y reprogramar las elecciones. También es ilegítimo al haber inscrito candidatos con proceso de antejuicio y con persecución penal; y porque el actual sistema de partidos políticos está cooptado por los intereses de la clase dominante y las mafias.

Por tales razones, el Partido Guatemalteco del Trabajo propone:

  1. La disolución del actual Congreso de la República en tanto que garantiza la reproducción de la corrupción e impunidad en el Estado. 
  1. Integrar una nueva Corte Suprema de Justicia y una nueva Corte de Constitucionalidad que garanticen la persecución penal contra los mafiosos y corruptos.
  1. Integrar un gobierno provisional representativo que cree las condiciones políticas para la convocatoria e instalación de una Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional, que refunde el Estado a través de una nueva Constitución Política y leyes constitucionales.
Llamamos:

  1. A la clase trabajadora, mujeres, pueblos y comunidades, jóvenes y estudiantes a rechazar y no participar en estas elecciones por su carácter ilegal, fraudulento e ilegítimo.
  1. A las organizaciones, asociaciones, colectivos y personalidades a no ser partícipes y rechazar todo tipo de componendas, maniobras y negociaciones oscuras que impongan soluciones de continuidad a espaldas de los pueblos, o soluciones militares.
  1. A toda la ciudadanía a rechazar la injerencia de los Estados Unidos y otras potencias extranjeras en la crisis política que vive el país.
  1. A los pueblos, partidos comunistas y fuerzas democráticas del mundo a solidarizarse con la lucha de los trabajadores y pueblos de Guatemala por la transformación del actual régimen.

¡Por Guatemala, la Revolución y el Socialismo!

¡Partido Guatemalteco del Trabajo


Guatemala, 24 de agosto de 2015

lunes, 24 de agosto de 2015

MUESTRA DE VÍDEO COMUNITARIO "COMPARTIENDO LA MEMORIA"



MUESTRA DE VÍDEO COMUNITARIO "COMPARTIENDO LA MEMORIA" 
Como parte del aniversario de Asociación COMUNICARTE venimos compartiendo la Memoria por medio de nuestros documentales con estudiantes y pueblo en general. 

La muestra de nuestros documentales se convierte en video- foros donde existe el intercambio entre espectadores y realizadores.

Documental ¨LA ESCUELITA DEL PANTANAL¨
El nombre tiene que ver con la historia de la comunidad que se fundo hace 22 años, por la necesidad de una vivienda digna, ocuparon esas tierras, donde cada vez que llovía se acumulaba el agua en la parte baja. 

Escuela ¨Salud Publica¨ zona 17 en sus 14 años de fundación, COMUNICARTE les mostramos las imágenes de como inicio su Escuela, el esfuerzo de maestras y maestros con el apoyo de padres y madres de familia y el comité de la comunidad.

Algunos niños y niñas identificaron en las imàgenes a sus padres cuando recibian educación hace 14 años.





Voto (in)útil o voto histórico Escoger entre Farolito, Chiltepito o la Chilindrina.

HELMER VELÁSQUEZ
Los tiempos electorales, siempre han tenido un efecto extraño entre los seres humanos, incluso entre zurdos de vieja data, que repentinamente se ven impelidos a aliarse a fracción alguna de la derecha, con tal de salvar la democracia o con cualquier otra excusa creíble, a su juicio, aunque inconcebible desde la perspectiva del pueblo. Esta elección –particularmente aviesa– no está fuera de aquello. El voto pragmático, que exigen demócratas sin contacto con el pueblo, reclama –desde su olimpo– votar con y por azucareros, aquellos que con apoyo de un tal Menocal –dicho por Carlos Whitman– desalojaron cientos de familias q’eqchi’ de los llanos del Polochic, asesinando en el asalto a Antonio Beb Ac y posteriormente de forma “misteriosa” a Margarita Chub Che.

Esta vez no se trata de votar por la menos peor, como ha sido la dinámica del voto contestatario en los últimos eventos electorales: por eso estamos como estamos. La confluencia popular, social y democrática, está desafiando las urnas. Reclama dignidad, soberanía, ética política y escoge la calle para expresarse, se moviliza, no le preocupa en demasía el voto y el resultado electoral está resuelto a escribir historia… las urnas vendrán después. Aquí no tienen cabida los candidatos chistoretes –hombres o mujeres–, ni el pragmatismo oportunista. Lo que está claro es que no será en las inminentes urnas, en donde se resolverá la democracia profunda, la ruta está en las manos de la juventud, esa que –aún con riesgos– acude a medidas extremas: la huelga de hambre. Dos heroicas mujeres ponen en riesgo salud y vida a cambio de futuro. Presuponer entonces, que la democracia se conquistará votando por arlequín o la mujer barbuda, es honestamente ser parte del circo. Aquel en donde los gorilas, fuera del escenario solo esperan el llamado del domador –hombre o mujer– para calmar las iras de los graderíos.

El voto histórico marca la diferencia, por un lado no rehúye a las urnas, eso sí, marca la diferencia, expresa voluntad popular y se acoge al derecho a resistir, nadie está obligado a abrigarse en el oportunismo, esta vez la historia volvió a las huestes sociales y populares. Se trata de un voto demócrata, aquel que con “la gente sencilla de nuestro pueblo” rechaza demagogia, oportunismo y poses intelectuales, es el voto por la democracia profunda. Es aquel que no aspira a embajadas, o Ministerios. Es el que pone en cuestión la hipocresía. Es el voto que los intelectuales en la lejanía no comprenden.
http://elperiodico.com.gt/2015/08/20/opinion/voto-inutil-o-voto-historico/

HAY QUE SEGUIR LUCHANDO. LAS ELECCIONES NO RESOLVERÀN LA CRISIS POLÌTICA QUE ATRAVIESA EL PAÌS.

MIGUEL ÁNGEL ALBIZURES

“En estas condiciones, no queremos elecciones”, es un grito que a la par de las pancartas se repite cotidianamente, pues a pesar que los procesos electorales siempre han dejado mucho que desear, estas elecciones que se avecinan, son las peores de la historia de los últimos 30 años, pues se realizarán bajo la crítica y rechazo de importantes sectores de la población que exige cambios sustanciales en el sistema de partidos políticos y en otros aspectos que son de vital importancia para el futuro del país.


Una a una, las peticiones de los y las ciudadanos que se han congregado en las plazas han sido desechadas, porque no conviene aprobar reformas que afectan los intereses políticos y económicos de los de siempre, no solo de los dueños de los partidos, sino de quienes aspiran a reelegirse o ser elegidos diputados o alcaldes. Muchos de ellos nos han demostrado desde su curul, donde levantan la mano por conveniencia propia o desde las alcaldías donde la población exige obras y no palabras, que merecen ser depurados y no solo los señalados por el Ministerio Público y la CICIG que si les demuestran las acusaciones, deben parar en la cárcel y olvidarse de participar en política.

El 4 de junio señalé en un artículo que: “Por eso no hay que ceder hoy, el pueblo ha despertado y es el momento de luchar por un pacto social, un gobierno de transición o de unidad nacional, que garantice los cambios que el país necesita, pues no se puede confiar en el Congreso actual, ni en la clase política que aspira a gobernar. Todos los sectores deben ser tomados en cuenta en igualdad de condiciones”. El camino desde la renuncia de la Vicepresidenta, era ese, y no el empecinamiento del Presidente en el poder que, como nadie, se ha ganado el rechazo de amplios sectores sociales, aun cuando siga con el respaldo de diputados a quienes más temprano que tarde les llegará el turno.

Las elecciones no resolverán la crisis política que atraviesa el país, pues no hay que olvidar que para derrotar la corrupción en todas las instituciones del Estado y para fortalecer el Estado de Derecho, hay que transformar el sistema de justicia, depurar el recinto parlamentario y convertirlo en un auténtico Congreso donde se debatan con altura, los problemas de la nación y se tomen en cuenta las propuestas ciudadanas. Digan lo que digan, nos acusen de lo que quieran seguiremos insistiendo en la renuncia del Presidente y en la transformación del Estado porque esa es la voz de quienes han tomado conciencia que los cambios no se producen sin lucha, sin resistencia, sin el aporte de mujeres que han salido a las calles o de quienes se han declarado en huelga de hambre para que las peticiones se hagan realidad y las nuevas generaciones vivan en la otra Guatemala que seguimos anhelando y por la que hay que continuar luchando.
http://elperiodico.com.gt/2015/08/20/opinion/hay-que-seguir-luchando/

ABSTENCIÓN: MI DECISIÓN SOBERANA

Por Mario Sosa



¿El voto es un derecho? Sí, pero el derecho debiera plantearse como el derecho a decidir, acto que se ejecuta votando.

En las elecciones planificadas para septiembre de este año, la institucionalidad estatal, los partidos políticos y las cámaras empresariales y las ONG para-empresariales, están empeñados en que los guatemaltecos y guatemaltecas votemos.

Sin embargo, como ha sido del consenso en el análisis de muchas instituciones (universidades, institutos, organizaciones sociales, religiosas, sindicales, etc.), estas elecciones son fraudulentas, ilegales e ilegítimas. Los fundamentos de esta afirmación se encuentran en hechos como los siguientes:

1) Quien define lo programas de gobierno –cuando los hay– y decide sobre las candidaturas, son pequeñas elites (generalmente grandes empresarios, militares y políticos serviles) poco o nada representativas de las grandes mayorías de ciudadanos.

2) Siendo que los partidos políticos son vulgares empresas electorales, propiedad de algún empresario, en el menos peor de los casos, de algún militar, mafioso o narcotraficante, las propuestas de estos se orienta al interés de pequeños grupos sectoriales y no al interés común.

3) Los candidatos que se nos impone en el momento de elecciones son aquellos que pueden pagar su compaña. Este es criterio fundamental para definir las candidaturas principales, tanto en el ámbito nacional, como departamental y municipal. Esto consolida el hecho que la política electoral es un negocio y no una práctica ética dirigida a la solución de los graves problemas nacionales.

4) La mayoría de campañas están financiadas por narcos, grandes empresarios, empresas locales y transnacionales, medios de comunicación masiva, en complicidad con los políticos rentistas. Esto no puede sino calificarse como un intercambio fraudulento y corrupto, que compromete de antemano los bienes y recursos del Estado (que son públicos, de todos), siendo que los funcionarios electos, una vez en su cargo, dirigirán las instituciones y presupuestos para devolver los favores a sus financistas y para enriquecerse en lo personal, creando o reproduciendo mafias, tal y como ha sido revelado en casos como “La Línea” y con el informe de la CICIG en el cual se documenta el financiamiento fraudulento de los partidos políticos.

5) Las elecciones son ilegales y fraudulentas, además, porque están plagadas de: a) campañas anticipadas y, por consiguiente, ilegales; b) financiamiento por grupos  mafiosos, oligárquicos y corruptos; c) campañas que han rebasado por mucho los techos de campaña; d) candidatos oficialistas en lo nacional y local que están haciendo uso de los recursos públicos (de todos los guatemaltecos) paras sufragar campañas; e) candidatos inscritos señalados de delitos y corrupción, además de otro conjunto de candidatos y candidatas con fuertes indicios de falta de idoneidad, honradez y probidad; f) campañas que incluyen la intimidación, amenaza y hasta el asesinato de otros políticos, como mecanismos para ganar; g) decisiones del Tribunal Supremo Electoral, como el fin de campañas electorales que han rebasado su techo de campaña, que han sido irrespetadas.

6) Las elecciones son ilegítimas, porque se realizarán con una Ley Electoral y de Partidos Políticos que garantiza que todo lo anterior se repita, es decir, que se elijan autoridades gubernamentales, diputados y alcaldes corruptos, tal y como la mayoría de autoridades, diputados y alcaldes actuales. En este sentido, no se atendió la demanda popular y la propuesta ciudadana para reformar ésta y otro conjunto de leyes. Contrariamente, el Congreso se burló de la ciudadanía al imponer otra propuesta que no se relaciona con la demanda social contenida en la iniciativa de ley presentada por el Tribunal Supremo Electoral.

Todos estos fundamentos legitiman el planteamiento que se expresa con la consigna: ¡En estas condiciones no queremos elecciones!

La democracia es inexistente. Nos proponen una elección para elegir corruptos y políticos al servicio de intereses oscuros y exclusivamente del empresariado que históricamente ha manejado el país y que es responsable principal de la miseria, explotación y expolio que actualmente vivimos como pueblos y como clase trabajadora.

El voto, así, en estas condiciones, es una farsa, porque no se relaciona con ejercer el derecho a elegir o con un procedimiento que garantice un resultado democrático.

Las elecciones fraudulentas, ilegales e ilegítimas, constituyen un procedimiento que, al ir a votar, se legitima. Por eso, como ciudadano que quiero y puedo ejercer soberana, responsable y de forma activa mi derecho a elegir, he decidido abstenerme de votar, para no legitimar esta farsa electoral.

Esta decisión también está relacionada con mi acuerdo con quienes plantean un histórico y profundo cambio en el Estado guatemalteco. En específico, que luchan porque se instale una Asamblea Nacional Constituyente que redacte una nueva Constitución Política, para construir un Estado popular, democrático y plurinacional.

En ese camino, seguro también estarán interesados y convencidos, segmentos de ciudadanos que están optando por el voto nulo e, inclusive, por el voto válido creyendo en algún partido pequeño o candidato. A ellos y ellas manifiesto mi respeto. Aun cuando asumimos formas distintas de demostrar nuestro rechazo a este sistema corrupto, mi deseo es porque nos encontremos en el camino para avanzar en este lucha por transformar de una vez por todas este país que nos ha sido arrebatado históricamente por la oligarquía, por el intervencionismo imperial, por empresas locales y transnacionales, y por los corruptos.

Mi esperanza y lucha, en todo caso, está en que estas elecciones sean suspendidas.

GUATEMALA: EN ESTAS CONDICIONES NO QUEREMOS ELECCIONES. PARO NACIONAL 25, 26 Y 27 DE AGOSTO.

La Asamblea Social y Popular exige justicia pronta y cumplida contra la exvicepresidenta Roxana Baldetti y se exige la renuncia de Otto Pérez Molina por estar directamente involucrados en la banda de defraudación aduanera "La Línea".
Tambien se hace un llamado a la población guatemalteca a unirse a las movilizaciones de los días 25, 26 y 27 de agosto para rechazar las elecciones generales por ser ilegales, ilegítimas y fraudulentas.

jueves, 13 de agosto de 2015

MUESTRA DE VIDEO COMUNITARIO "COMPARTIENDO LA MEMORIA" 25 AÑOS CON LA CAMARA EN LA MANO.


MUESTRA DE VIDEO COMUNITARIO 
"COMPARTIENDO LA MEMORIA"
25 AÑOS CON LA CAMARA EN LA MANO
Ya iniciamos la muestra de nuestro trabajo, 10 y 11 de agosto en institutos públicos en las comunidades de San Luis y La Labor del municipio de San Pedro Ayampuc.
Como parte del aniversario de Asociación COMUNICARTE venimos compartiendo la Memoria por medio de nuestros documentales con estudiantes y pueblo en general. 
La muestra de nuestros documentales se convierte en video- foros donde existe el intercambio entre espectadores y realizadores.

En los meses anteriores compartimos con la Asociación FOMENTO en institutos públicos de Nebaj y Chajul en el departamento del Quiche.


Los documentales que proyectamos están estrechamente ligados a la historia del conflicto armado y con las consecuencias del mismo y las luchas y demandas del pueblo, teniendo como base los testimonios de los sobrevivientes y de familiares de las víctimas.

La recuperación de la memoria histórica por medio de testimonios e imágenes es el trabajo que presentamos para llenar el vacío que existe en Guatemala donde los grandes medios abiertos de televisión no lo dan a conocer.

miércoles, 5 de agosto de 2015

DE LA INCOMPETENCIA Y RETOS DE LA IZQUIERDA EN GUATEMALA


MARIO SOSA

La palabra incompetente refiere a la incapacidad para realizar una tarea determinada. En ese sentido, el punto de partida de este artículo es la afirmación relacionada con la izquierda electoral y su incapacidad para competir electoralmente. Por demás sabido es que esta expresión de la izquierda –que no es la única– ha devenido en una fuerza marginal, “funcional y participativa”, incapaz de competir para ganar una elección nacional. El porcentaje de los cuatro partidos políticos de izquierda, aliados en las elecciones generales de 2011, corroboran tal afirmación. Con la llamada alianza Frente Amplio, en las últimas elecciones obtuvieron apenas un 3.27% de los votos válidos[1]. Y como se mostrará a continuación, la historia electoral reciente, de 1995 a 2011, confirma su tendencia a decrecer y estancarse.

Esta problemática es la que trataré de analizar en este artículo, a sabiendas que lo que aquí se recupera no pretende sino ser un aporte entre muchos, para describir, analizar, interpretar y debatir sobre la izquierda en Guatemala, con el objetivo de contribuir a su recuperación histórica.

El inicio de un nuevo camino: la izquierda en las elecciones de 1995 y 1999

Posterior a la vuelta a la constitucionalidad, la izquierda participa por primera vez en elecciones en 1995, a través del Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG), partido político que logró articular a una parte importante del movimiento social y de expresiones de izquierda legal e insurrecta, en un momento donde aún se vivía la última etapa del enfrentamiento armado que concluyó con la firma de la paz en 1996. Dicho partido logró un valioso 7.70% de los votos, proponiendo al economista Jorge Luis González como candidato presidencial y a Juan León como candidato vicepresidencial. El primero un economista prestigioso, pero alejado de la cotidianidad del país, y el segundo un líder al interior del movimiento maya.

Con el FDNG, la izquierda logró integrar una honorable y valiosa bancada de seis diputados y diputadas, y ganar 19 alcaldías municipales. Este experimento electoral, en buena medida decidido e inducido por la izquierda revolucionaria en armas, pronto fue descartado por esta, siendo que reñía con la dirección política de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y que se encargaría de conducir la conversión en partido político posterior a la firma de los acuerdos de paz. Este fue uno de los más importantes factores, si no el principal, que hicieron que dicho instrumento feneciera en las elecciones de 1999, cuando logra el 1.28% de los votos, para ese momento distanciado de la URNG.

Más allá del resultado electoral, no se supo valorar coherentemente el esfuerzo y resultado del FDNG, y “contrariamente, hubo un empecinamiento en mantener estructuras de dirección que estaban dejando de contar con la legitimidad necesaria para conducir el proceso, no solamente por la irrupción de sujetos, sino por la gestación de nuevos liderazgos” (Sosa, 2009a). Se perdió la oportunidad para avanzar en una relación virtuosa –no exenta de dificultades– entre la izquierda “política” y otras formas de representación sociopolítica procedente de sujetos colectivos históricos, como los pueblos indígenas, más allá de aquellas expresiones organizativas vinculadas con las expresiones integrantes de la URNG en ese momento.

Con ese antecedente, URNG inicia su conversión en partido político, fase que concluye el 18 de diciembre de 1998. Este paso significó el inicio de una etapa en la cual las fuerzas revolucionarias que lo integraron (PGT, EGP, FAR y ORPA) fueron disueltas formalmente y constituidas en un solo organismo electoral. Con ello inicia un proceso de institucionalización del movimiento revolucionario en la lógica de partido electoral y se convierte en una fuerza institucionalista y defensora del Estado de derecho, siendo su interés por ser parte y promover la institucionalidad procedente de los acuerdos de paz, lo cual exigía regirse por la normativa del establishment[2]. Con esto empezó –o continúo–, en la práctica, el abandono de uno de los fundamentos de la lucha revolucionaria en el país hasta ese momento: el socialismo como proyecto histórico.

Así, para el año 1999, conjuntamente con el partido Desarrollo Integral Auténtico –DIA–, crean la primera coalición electoral llamada Alianza Nueva Nación y lanzan como candidato presidencial al ingeniero Álvaro Colom Caballeros, con quien se logró un 12.36% de los votos y se ubica como la tercera fuerza política a nivel nacional. Con ese resultado aumenta a nueve su bancada de diputados y logra ganar catorce alcaldías municipales. Este resultado, el más alto de la izquierda en la historia reciente del país, permitía prever la posibilidad para que URNG pudiera convertirse pronto en una fuerza con capacidad de disputar la presidencia, tal y como hacía el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional –FMLN– en El Salvador.

De los resultados y fraccionamientos de la izquierda en las elecciones de 2003

Para el 2003, con su anterior candidato presidencial Álvaro Colom encabezando otro partido político y deshecha la anterior alianza ANN, la URNG lanza como propuesta presidencial a uno de los comandantes revolucionarios: Rodrigo Asturias. Con apenas el 2.58% de los votos válidos, experimentó un rotundo fracaso, del cual no se ha logrado reponer. Adicionalmente logra ganar ocho alcaldías municipales. Significativa resultó, además, la diferencia de votos obtenidos para diputados por listado nacional, que alcanzó el 4.2%, lo cual se explica en parte por las diferencias internas que empezaban a observarse al interior del partido y la preferencia que votantes tuvieron hacia el candidato de la UNE, Álvaro Colom.

Pero quizá el principal factor de esta debacle fue la escisión de una fracción del partido ocurrida en 2002, encabezada por el comandante Pablo Monsanto. Dicha fracción se articuló en la Alianza Nueva Nación (ANN), conjuntamente con dos fuerzas políticas pequeñas, que pretendían convertirse en partido político: Unidad de Izquierda Democrática –UNID-, encabezada por Alfonso Bauer Paiz, y el Frente Democrático Solidaridad encabezado por Nineth Montenegro, posteriormente constituido e inscrito como Encuentro por Guatemala. Esta alianza, que podía catalogarse también de izquierda, participó sólo con candidaturas a alcaldías y diputaciones, estrategia que le permitió obtener el 4.85% de los votos válidos para diputados por listado nacional y lograr una bancada de seis diputados, tres de los cuales renuncian al partido ya en el ejercicio de su función legislativa[3].

Del estancamiento e insistencias en el fraccionamiento en las elecciones de 2007

Las divisiones en la izquierda electoral continuaron para las elecciones de 2007. URNG realiza un esfuerzo que intentó recuperar su relación con la izquierda “social” y a finales de 2006 se alía en el Movimiento amplio de izquierda (Maíz). Esta instancia fue la confluencia entre la URNG, así como organizaciones y liderazgos sociales ligados a dicho partido, el Movimiento Político y Social de Izquierda –MPSI– que aglutinaba a ex militantes del PGT, EGP, FAR y ORPA y de otras experiencias sociopolíticas y nuevas militancias de izquierda social. Los desacuerdos en torno a decisiones e integración de listado de candidaturas, principalmente, generaron que una parte del MPSI saliera de dicha articulación.

El partido político ahora llamado URNG-Maíz, en 2007 lanzó como candidato presidencial al periodista Miguel Ángel Sandoval (antiguo militante del EGP/URNG y en ese momento procedente del MPSI) y como candidata vicepresidencial a la antropóloga Walda Barrios, con quienes obtiene el 2.14% de los votos válidos. Es relevante de nuevo que para diputados por listado nacional obtuviera el 3.55% de los votos y dos diputados.

Por su parte, la ANN lanzó como candidato presidencial a Pablo Monsanto, quien logró el 0.6% de los sufragios, lo cual en términos absolutos significó menos votos con relación al número de afiliados que integraban dicho partido político, con lo que pierde su registro electoral en 2008. No obstante, su alianza con la Unidad Nacional de la Esperanza –UNE– de cara a la segunda vuelta electoral, le valió convertirse en parte de la articulación gobernante y en su carácter de fuerza secundaria acuerpó una política de corte asistencialista y facilitadora del modelo de acumulación dominante. Esto le permitió a la ANN colocar a muchos de sus cuadros en programas sociales, embajadas y secretarías del gobierno de Álvaro Colom.

Una tercera expresión en ese momento fue la candidatura de la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum, quien obtuvo el 3.06% de votos, respaldada por el partido político Encuentro Por Guatemala y por una pequeña fuerza política con intenciones de convertirse en partido político.

Esfuerzos de articulación y consolidación del estancamiento electoral en 2011

En las últimas elecciones, las de 2011, la izquierda electoral participa en dos esfuerzos de articulación política.

Uno de ellos fue la integración de la Mesa para la Unidad de las Izquierdas (también conocida como Mesa Unitaria), en cuyo seno se encontraron en términos generales dos posiciones: la primera, con la pretensión que dicha Mesa se orientara a participar conjuntamente en el proceso electoral, planteada por URNG, ANN, y la segunda, con el propósito de gestar un programa y una estrategia revolucionaria que trascendiera lo electoral como “estrategia” y el momento electoral mismo, posición compartida por el PGT (esfuerzo de refundación del partido comunista iniciado en 2003) y el Frente Popular, una pequeña articulación política de izquierda no partidaria. Después de cerca de año y medio de avances lentos, la Mesa se disuelve con la salida del PGT y el Frente Popular, quienes cuestionaron que el nombre de la Mesa para la Unidad de las Izquierdas hubiese sido incorporado inconsultamente en el comunicado público de creación del Frente Amplio, creado para participar en las elecciones de 2011.

El segundo esfuerzo de articulación fue la creación del Frente Amplio, en el cual participaron URNG-Maíz y Alternativa Nueva Nación –ANN– (antes Alianza Nueva Nación). Asimismo, el partido Movimiento Político Winaq, encabezado por su secretaria general, Rigoberta Menchú, con fuerte orientación e integración maya, que evadía en ese momento definirse como de izquierda o derecha. También integró el Frente Amplio el partido político en formación, Movimiento Nueva República, cuyo secretario general es Aníbal García. Asimismo, un conjunto de organizaciones sociales, en su mayor parte, vinculadas a los dos primeros partidos políticos mencionados.

El binomio presidencial propuesto estuvo integrado por Rigoberta Menchú y Aníbal García, con el cual se alcanza el 3.27% de los votos y tres diputaciones, una perteneciente al Movimiento Político Winaq y dos a URNG.

Con dicho resultado adverso y sin la disposición para sostener la alianza, para la segunda vuelta electoral, el Movimiento Político Winaq y ANN deciden apoyar la candidatura de Manuel Baldizón, del partido derechista Líder, en el intento o con la justificación de impedir el ascenso al gobierno del militar Otto Pérez Molina, quien finalmente triunfa. URNG y MNR manifestaron su rechazo a ambas candidaturas[4].

No obstante tales diferencias, se intentó recuperar y mantener el Frente Amplio con las cuatro organizaciones, esfuerzo que pronto fracasó y se impusieron estrategias diferenciadas entre URNG y el Movimiento Político Winaq, por un lado, y ANN y MNR por otro, como se verá a continuación.

De las perspectivas hacia la elección de 2015

A las puertas de un nuevo evento de selección de autoridades nacionales y locales, la izquierda electoral asiste dividida y enfrenta fuertes problemas irresueltos, además de dilemas de coyuntura política, que le hacen incompetente para la tarea que significa enfrentar airosamente: a) Un sistema de partidos dominado por fuerzas de derecha y corruptas; b) Un proceso electoral con profundas ilegalidades como las campañas anticipadas; c) Ilegitimidad sistémica devenida de gastos en campaña que exceden los techos financieros electorales legales, además de los graves hechos de corrupción que involucran criminal y políticamente a un conjunto de políticos, candidatos y partidos políticos, todo lo cual estimula un fuerte rechazo ciudadano a la llamada “clase política” en general, entre otro conjunto de factores.

URNG-Maíz y el Movimiento Político Winaq han logrado gestar un acuerdo electoral que les permite lanzar candidaturas conjuntas a nivel nacional y en buena parte de los distritos electorales departamentales y municipales. En esta ocasión vuelven a lanzar la candidatura presidencial del periodista Miguel Ángel Sandoval y la candidatura vicepresidencial del abogado Mario Ellington, fundador de la Organización Negra de Guatemala (Onegua). Esto ocurre después del rompimiento con la primera opción presidencial hecha pública a inicios de este año, la del ambientalista Yuri Melini, y posterior a la formalización de divisiones internas en URNG-Maíz, que llevan a la separación de un contingente liderado por el Comité de Desarrollo Campesino –CODECA– y por la aparente inmovilidad electoral de la fracción que dirigió el partido hasta junio de este año. Esto, sin duda, merma fuertemente su capacidad organizativa de cara al proceso electoral de 2015.

Por aparte, ANN decide dar paso a una estrategia consistente en la gestación de la Convergencia por la Revolución Democrática (CRD), hoy denominada Convergencia y que da nuevo nombre al partido. Inicialmente la CRD se integró principalmente con organizaciones y liderazgos vinculados a la ANN, y luego se amplía con la integración de una parte del Consejo de los Pueblos de Occidente –CPO[5]. Con ello, esta fracción de izquierda constituida como ANN, ahora Convergencia, avanza en la recuperación de relaciones con una parte importante del movimiento social territorial, protagonista de la resistencia a los proyectos extractivos. Es relevante, asimismo, que ante las debilidades que presenta para competir con la derecha y con las otras expresiones de izquierda, haya decidido lanzar sólo candidaturas para alcaldías y diputaciones, en buena parte con liderazgos procedentes del movimiento social o de expresiones que, en su mayoría, no habían tenido una participación electoral en esas posiciones.

Por último, el Movimiento Nueva República que se autodenomina izquierda moderada, la fuerza que en papel luce más débil, lanza como candidato presidencial a su secretario general, el abogado y ex diputado (2008-2012) Aníbal García, y al abogado ambientalista, Rafael Maldonado.

Así las cosas y siendo la tendencia en materia de resultados electorales, la situación de la izquierda electoral es aún más difícil al considerar otros factores de primer orden, tales como:

1.         Carece de un trabajo organizativo sólido y sostenido, que le posibilite pensar en mejorar su correlación de fuerzas en el proceso político en general y electoral en particular. Como parte de esto también aparece su fragmentación entre sí como expresiones político partidarias y con relación a expresiones sociales y políticas no electorales de izquierda o que podrían acercarse a esta corriente[6].

2.         Carece del programa político con el cual la ciudadanía o, en otros términos, la clase trabajadora, los pueblos indígenas, las mujeres, los jóvenes, se sientan identificados y se hagan parte orgánica o apoyen una alternativa de izquierda. Esto se debe a que la izquierda no es observada por los principales segmentos sociales como una expresión que les represente e intermedie sus intereses, además del carácter conservador y anticomunista predominante en la sociedad guatemalteca en general.

3.         Carece de liderazgo con capacidad de gestar conducción ideológica y política, y desde ahí, que le permita convertirse en una fuerza política de primera línea en el país. La izquierda electoral no logra ni siquiera evidenciar un posicionamiento coherente para pensar que se está ante el inicio de un proceso contra hegemónico en el país en el cual esta pudiera situarse en primera fila de conducción.

4.         Carece de los suficientes recursos financieros y medios de comunicación para sostener una campaña política que le permita enfrentar a los partidos de derecha más fuertes y quienes encabezan las encuestas electorales.

5.         Enfrenta la contienda en el marco de un sistema político articulado por normas que reproducen las lógicas e intereses de la clase dominante (y de la oligarquía), las fuerzas conservadoras y sus satélites de derecha. Asimismo, de una dinámica política determinada por los controles y financiamientos oligárquicos, empresariales locales y extranjeros, e intereses mafiosos, a través de los cuales se han gestado las relaciones históricas que dan vida a este sistema político. Esto sucede así porque quienes proveen tales recursos son propietarios, controlan, financian y encabezan la mayoría de partidos, y son quienes configuran el conjunto de factores ideológicos, económicos, sociales y políticos, que tanto en el ámbito de la sociedad civil como del Estado, determinan la correlación de fuerzas. Son estos factores los que operan y plasman la desigual distribución de poder preexistente en el momento y en el resultado electoral.

6.         En la actualidad se vive en el país una crisis política producto del descubrimiento de redes mafiosas en el gobierno del Partido Patriota. Estos hechos han revelado una buena parte de los factores determinantes del régimen y sistema político. Han provocado, como reacción contradictoria, un importante movimiento de indignados contra la corrupción, factor de primer orden que permite pensar en un punto de inflexión en la “normalidad” con la que se reproduce dicho sistema, el cual no obstante, pensando en lo electoral, pareciera que tendrá impactos legales (en la Ley Electoral y de Partidos Políticos, por ejemplo) con posterioridad a las elecciones de este año. En este contexto, resulta evidente también la profunda debilidad de la izquierda electoral y de la izquierda en general para dirigir la lucha, no solamente hacia la depuración de los organismos del Estado, sino para enrumbarla hacia un nuevo momento político, favorable a las transformaciones políticas y sociales. En el interés electoral de los partidos de izquierda electoral, el cual domina cada vez más en la medida que avanza la temporada de campaña electoral, esta se ve incapaz para generar mejores condiciones de competencia política. Una más, las estrategias electorales están situadas con cierta contradicción al movimiento ciudadano de indignados desde donde se está cuestionando la legitimidad de las elecciones e, inclusive, planteando su aplazamiento, suspensión e inclusive su boicot.

En conclusión, la izquierda asiste y participa, pero no compite en este proceso electoral. Arriba al mismo sin haber gestado las condiciones internas y externas necesarias, que le permitan nuevas posibilidades a sus estrategia electorales inmediatas. Asiste al proceso electoral, asimismo, con cierta contradicción ante un movimiento ciudadano que exige reformas profundas y un aplazamiento o suspensión de elecciones, ante lo que se avizora será en esencia una nueva reedición de lo sucedido hace cuatro años: una elección de presidente y un congreso con fuertes signos de corrupción y con evidencia de ser actores que facilitarán el modelo de acumulación de capital imperante. El cual continuará la vía de expansión y profundización de la explotación y expolio de la naturaleza, de los pueblos y la clase trabajadora, así como el saqueo del Estado, a través del robo descarado, las concesiones y evasión de impuestos.

Como hipótesis, entonces, puede plantearse que la izquierda está ante una inminente repetición de su resultado político: mantenerse como fuerza dividida, débil y marginal, y en esa medida, comparsa sistémica –hasta cierto punto crítica– en la reproducción del establishment.

Cabría la posibilidad, eso sí, de que alguna de las opciones de la izquierda electoral salga de esta contienda con los argumentos (fundamentados en votos y en alcaldías y diputaciones, logradas especialmente por su relación con algunos liderazgos territoriales) para justificar su curso erróneo anterior o para posicionar con nuevos aires esta expresión política.

Más allá de tal hipótesis, el tipo de factores que hacen de la izquierda electoral incompetente para competir en ese plano, permiten reafirmar la necesidad de repensar la izquierda en Guatemala. Hablo de la izquierda electoral, que es objeto de análisis en este artículo, pero también de la izquierda no electoral y de la izquierda “social”. Congresos, conferencias y encuentros realizados a lo largo de estos años, es evidente que han sido insuficientes para recuperarnos históricamente de las derrotas y obstáculos de distinto orden que enfrentamos como izquierda o, para ser más precisos, como izquierdas en Guatemala.

Algunos retos para el debate de la izquierda en Guatemala

Repensar la izquierda, sin duda, requiere ideas que permitan realizar un ejercicio lo más complejo posible, desde el cual pueda encontrarse los criterios suficientes que nos permitan salir del estancamiento y marginalidad. En esa búsqueda se proponen algunos retos que, desde distintos esfuerzos, ya están siendo considerados en la búsqueda de nuevas orientaciones prácticas.

1.         “Sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria”. Así lo afirmó y llevó a la práctica uno de los grandes revolucionarios del siglo XX: Vladimir Ilich Lenin. En este sentido, una de las carencias principales en el país es la escasa producción y recreación de teoría y, menos aún, de teoría revolucionaria[7]. Lo dominante es una práctica empirista, de sentido común, cuyos resultados están a la vista. En este sentido, uno de los retos está en recuperar bases teóricas e ideológicas que nos permitan interpretar el carácter histórico y estructural de la sociedad y el Estado guatemalteco en la etapa actual, caracterizada por una dinámica de acumulación de capital renovada. Un Estado facilitador de tal dinámica, por la injerencia imperial cada vez más descarada y por la profundización de contradicciones procedentes de su carácter de clase, étnico y de género en relación simbiótica y compleja. Sólo desde ese nivel de unidad dialéctica entre teoría e interpretación de la realidad concreta podrá repensarse el carácter revolucionario de la izquierda, un carácter en buena medida inexistente en la mayoría de prácticas y estrategias organizativas[8].

2.         En ese sentido, trascendiendo lo electoral y el instrumento partido político, es fundamental el reconocimiento de actores y sujetos políticos que exigen y deben ser protagonistas en la transformación social. Desde ahí, es necesario recuperar la discusión sobre el sujeto revolucionario, para repensarlo en la búsqueda de gestar la alternativa al capitalismo, siendo que dicho sistema es el que nos está llevando al despeñadero, no solamente como sociedad sino como humanidad. Desde ahí, asimismo, repensar lo electoral y el instrumento político necesario.

3.         Tal como afirmaba en el 2009, a partir de las propuestas de los múltiples actores y sujetos específicos, es necesario articular una propuesta de programa político y de proyecto histórico –que ante la falta de otra propuesta coherente, proponemos e insistimos debe ser el Socialismo, sin duda recreado en nuestras condiciones y características históricas–, que articule coherentemente las reivindicaciones, derechos, demandas y propuestas que permitan idear y construir un nuevo Estado y una nueva comunidad (nación dirían algunos) de comunidades (seguramente como unidad de pueblos). Un nuevo Estado y una nueva comunidad nacional, donde se garantice un modelo de desarrollo para la vida, donde la apropiación colectiva y equitativa sea la norma, y donde la dignidad, la solidaridad, la justicia, la equidad, la soberanía, se conviertan en principios vigentes en toda práctica y relación social. Esto pasa por trascender el pragmatismo o el minimalismo (expresados en programas de gobierno para el momento electoral, por ejemplo) que más que hacernos avanzar, se han convertido en nuestros parámetros de estancamiento, sin perspectiva y proyección histórica. Esto es la recuperación creadora del proyecto histórico y el programa de la revolución.

4.         En coherencia con lo anterior, idear una estrategia revolucionaria en la cual redimensionemos las formas de lucha. Esto pasa por repensar la lucha electoral y parlamentaria; “…por articular una estrategia que incluya la construcción de nuevo poder, la potenciación de los poderes con los que ya contamos, y por la necesaria toma del poder del Estado; por replantearnos las formas de articulación, que a la luz del proceso actual, pareciera ser más coherente hacerlo desde los territorios y los sujetos que se desarrollan desde ahí; por recuperar prácticas de formación…, esfuerzos de organización y articulación, y movilización, reconociendo los ámbitos donde nos estamos jugando nuestro presente y futuro que siempre –y así debiéramos comprenderlo– es compartido; por impulsar la lucha económica, política e ideológica; por fortalecer la resistencia pero haciéndola trascender en dirección a construir el sujeto revolucionario, avanzar en su programa y estrategia, que recupere su carácter ofensivo; por enlazar nuestras luchas a los procesos emancipatorios que se están dando en América Latina y en donde resulta necesario pensar en la Patria Grande de Bolívar y Nuestra América en palabras de Martí. Estos y otros aspectos formarían parte de lo que nosotros llamamos la recuperación creadora de la estrategia revolucionaria.” (Sosa, 2009a)

5.         Sin duda, concepción y práctica deben confluir en la gestación de una cultura política revolucionaria” que destierre aquella cultura de derecha y conservadora que subsiste dentro de nuestras organizaciones y movimientos y que se expresa en: jerarquización, machismo, racismo; la incomunicación y el chisme como eje de “comunicación”, entendimiento y relación con el Otro; el clientelismo y el electoralismo; el pragmatismo y la falta de vigencia de principios; la sumisión; la corrupción y la cooptación; el autoritarismo; la falta de debate serio y fraternal; la priorización del conflicto con mi hermano o mi aliado, por sobre la lucha frente a nuestros enemigos, etc. Contrariamente, que potencie, construya o reconstruya una cultura política basada en principios y valores que se centren en el Ser Humano, en relaciones dialógicas, en el intercambio de saberes, experiencias y sueños, en la recuperación de nuestra memoria y perspectiva histórica que potencie nuestras prácticas y acciones de hoy, con todas sus posibilidades y limitaciones; en el reconocimiento de identidades y sujetos de cambio, donde los liderazgos y dirigencias surjan del fragor de las luchas y no de imposiciones verticalistas, donde nuestras búsquedas de transformación abarquen el ámbito de lo político y no solamente de la política.” (Ibíd.)

6.         Es necesario clarificar contra qué y contra quién luchamos. En ese sentido, luchamos o debiéramos luchar en contra del sistema capitalista, el sistema racista y el sistema patriarcal. Aun cuando estos tres sistemas tienen sus propias implicaciones como relaciones históricas, y requieren un tratamiento coherente, sin supeditación, es necesario afirmar que es el capitalismo el que las articula en el momento histórico actual, en función de su reproducción. Con relación a nuestros contendientes políticos fundamentales, esos devenidos del sistema capitalista, muchas veces están ocultos en la contienda partidaria y electoral. No necesariamente pertenecen a ninguna de las fracciones o partidos electorales de derecha, pero siempre actúan como la fuerza dirigente, superior a los partidos. En el caso guatemalteco y a pesar de sus contradicciones secundarias, tales contendientes fundamentales están organizados como grupos corporativos articulados como G-8 (los ocho principales grupos corporativos locales) y de forma ampliada en el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), con vínculos y articulaciones con capital transnacional, la mayoría bajo la tutela y supeditados a la Embajada de Estados Unidos como principal imperio de influencia en la región y el país. Tales contendientes fundamentales y su principal representación política, el CACIF, es lo que Antonio Gramsci denominó “Estado Mayor intelectual del partido orgánico” de la clase hegemónica (Gramsci, 1980: 29). De tal cuenta que la lucha electoral significa apenas una de las arenas donde se requiere desarrollar tal confrontación y podría estar significando un enfoque parcial, fragmentado y equívoco en el enfrentamiento a tales oponentes.

La interpretación histórico-estructural, posibilitaría repensar el programa político revolucionario –e insisto, no me refiero al programa de gobierno que supondría la lógica electoral– y por consiguiente la estrategia política, donde lo electoral sería una de las formas de lucha, y quizá no la principal en esta etapa y menos en este momento político. Posibilitaría, asimismo, repensar el instrumento político, la dirigencia colectiva, las alianzas, entre otros asuntos de primer orden.

Concluyo reafirmando lo escrito en 2009 al respecto: “En un contexto donde las formas de acumulación a través de intensificar la explotación y el expolio se expanden y profundizan, con un Estado que afianza su papel criminalizador y represor de la lucha indígena, campesina y popular, con una hegemonía conservadora y cada vez más incisiva en sus orientaciones fascistas y con una política de mayor intervencionismo imperialista, la tarea de articularnos y avanzar hacia la unidad se hace cada vez más imperante.” (Sosa, 2009b) Agrego: articulación que no necesariamente debe focalizarse en lo electoral. Lo electoral puede ser la consecuencia de una articulación estratégica previa, tal y como sucedió en Bolivia, donde el triunfo electoral del Movimiento de Acción al Socialismo (MAS) y su gran líder, Evo Morales, fue la consecuencia de luchas y articulaciones de alto impacto nacional.

Ya es tiempo que el reflujo de la izquierda concluya. Y de ello debemos ser responsables todos quienes nos ubicamos en esa posición del espectro político. Esperemos que pronto estemos hablando de una izquierda en proceso de recreación y recuperación histórica.

Fuentes

1.      Gramsci, Antonio (1980). Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno. Madrid: Ediciones Nueva Visión.
2.      Sosa Velásquez, Mario Enrique (2013). Resistencia indígena al capital en Guatemala: Una mirada desde el modelo económico, el territorio y la gobernabilidad. En CEDFOG. Sexta Jornada de Estudios sobre Territorio, Poder y Política. Huehuetenango: CEDFOG. Pp. 113-150
3.      Sosa, Mario (a). Algunos retos para la construcción y articulación del sujeto político en Guatemala. Guatemala: albedrio. 2 de diciembre de 2009http://www.albedrio.org/htm/articulos/m/msosa-027.htm
4.      __________ (b) Del triunfo del FMLN y la izquierda en Guatemala. Algunas reflexiones. Segunda parte. 26 de marzo de 2009. Guatemala: albedrio.http://www.albedrio.org/htm/articulos/m/msosa-016.htm
5.      __________ (c) Del triunfo del FMLN y la izquierda en Guatemala. Algunas reflexiones. Primera parte. 19 de marzo de 2009. Guatemala: albedrio.http://www.albedrio.org/htm/articulos/m/msosa-015.htm
6.      Tribunal Supremo Electoral (2012). Memoria elecciones 2011. Guatemala: Tribunal Supremo Electoral.
7.      ________________________ (2008). Memoria elecciones 2007. Guatemala: Tribunal Supremo Electoral.
8.      ________________________ (2004). Memoria elecciones 2003. Guatemala: Tribunal Supremo Electoral.
9.      ________________________ (2000). Memoria elecciones 1999. Guatemala: Tribunal Supremo Electoral.
10.  ________________________ (1996). Memoria elecciones 1995. Guatemala: Tribunal Supremo Electoral.



* Este artículo fue publicado inicialmente por el Centro de Medios Independientes (CMI), el 17 y 28 de julio de 2015. CMI, en ¿Sufragio o naufragio? Debate sobre las izquierdas. Opinión, Puntos de inflexión https://cmiguate.org/de-la-incompetencia-y-los-retos-de-la-izquierda-en-guatemala/ y https://cmiguate.org/de-la-incompetencia-y-los-retos-de-la-izquierda-ii/  
** Antropólogo político, investigador social en la Universidad Rafael Landívar y docente en la Universidad de San Carlos de Guatemala.
[1] Los datos de carácter electoral, han sido extraídos de las memorias de elecciones publicadas por el Tribunal Supremo Electoral y que son citadas al final del artículo.
[2] En un artículo publicado en 1999, afirmaba lo siguiente: “…en Guatemala, las fuerzas revolucionarias salen de la negociación y de la firma de la paz en situación de debilidad producto del desgaste que hechos, como el del secuestro de la señora Novela, le hicieron ceder en el Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria y le orillaron a firmar con rapidez los acuerdos finales, a desmovilizarse y convertirse en partido político en condición de fuerza secundaria, sin la capacidad de beligerancia requerida, ni siquiera, para luchar por el cumplimiento de aquella parte de los acuerdos que por ser coherentes con el proyecto revolucionario debían lucharse en la calle y no en mesas de comisión.” (Sosa, 2009a)
[3] Los tres diputados que salen de ANN crean un bloque legislativo aparte. En 2007 dicho bloque se convierte en el partido político Encuentro por Guatemala, cuya secretaria general ha sido Nineth Montenegro. Desde ese momento, dicha expresión política ha devenido en una fuerza con fuertes signos de derechización y completamente alejada de las expresiones de izquierda, tanto dentro como fuera del Congreso de la República.
[4] De forma inconsulta con su partido URNG, el diputado electo por el departamento de San Marcos, Carlos Mejía, también llamó a votar por el candidato de Líder. Carlos Mejía encabeza el listado de candidatos a diputado por el mismo distrito y a propuesta del mismo partido en la actual contienda electoral 2015.
[5] El Consejo de los Pueblos de Occidente, es la articulación de buena parte de los liderazgos regionales que proceden de la lucha de resistencia contra proyectos extractivos mineros e hidroeléctricos y de las Consultas Comunitarias de Buena Fe en las cuales, en los municipios donde han sido realizadas, han votado mayoritariamente en contra de tales proyectos.  Para ampliar véase: Sosa, 2013.
[6] Al respecto, en 1999 escribía: “En esas condiciones y desde una perspectiva revolucionaria, sólo se podría participar sin legitimar el juego de relevo de las elites en el poder, a partir de contar con la capacidad organizativa, con un programa político revolucionario y con los recursos económicos (financieros, humanos, informativos, etc.), algo con lo que evidentemente en la izquierda carecemos todavía.” (Sosa, 2009b)
[7] En 2009 afirmaba algo que aun considero vigente: “La recuperación de la teoría revolucionaria, donde incluimos el marxismo como cimiento, pero sin dogmatismo y recreándolo a partir de nuestros contextos y procesos, abriéndonos a aportes que desde otras matrices de pensamiento revolucionario, nos aportan elementos para pensar y repensar nuestras realidades y nuestras luchas por la transformación radical. Es necesario, pues, recuperar la teoría, los ideales y las luchas revolucionarias que se han desarrollado en Guatemala, en Latinoamérica y el mundo, y que nos pueden permitir liberarnos de todo tipo de yugos. Así, pensamiento marxista, bolivariano, martiano, morazanista, sumado a los aportes liberadores de otras matrices de pensamiento y conocimiento como el de los pueblos indígenas, debieran constituir nuestras fuentes.” (Sosa, 2009a) 
[8] En la segunda parte del artículo Del triunfo del FMLN y la izquierda en Guatemala. Algunas reflexiones, publicado en marzo de 1999, se incluyen otros asuntos relativos a la problemática que enfrenta la izquierda en al país: “Nuestro estado es de fragmentación y dispersión originada en conflictos de liderazgo, en diferencias programáticas y de estrategia, en predominio de identidades sectoriales y temáticas, en procesos de unidad fracasados a partir de estrategias de eliminación del disenso y la imposición de “mayorías” o de estrategias electoralistas, en la cooptación y derechización, entre otros aspectos. Hemos sido incapaces de generar las posibilidades y concretar un esfuerzo de carácter estratégico, no solamente para articularnos y unirnos, sino para hacer frente a la hegemonía burguesa, oligárquica e imperialista que se plasma en la profundización de las formas de acumulación de capital y sus impactos en la condiciones de explotación, expolio, miseria y deterioro ambiental.” (Sosa, 2009b). Ahí mismo pueden encontrase otros elementos a considerar.