jueves, 14 de mayo de 2015

Revolución moral y la justicia guatemalteca. Este sábado 16 de nuevo, amplia movilización en la capital como en los departamentos.


MIGUEL ÁNGEL SANDOVAL
Antes que nada, hay que decir que la justicia y todos sus componentes, están en el ojo del huracán. Durante años hemos dicho en público o en privado, que la justicia es el reducto de la impunidad en nuestro país. Ahora lo sabemos de forma clara, sin dudas, con datos, nombres, circunstancias. Esa es la cloaca que destapó la CICIG.

Sabemos desde hace mucho de la práctica de los fiscales (no todos) de engavetar investigaciones, plantar pruebas, pedir penas generosas que dan lugar a que los jueces hagan su parte, y ello con el litigio malicioso pues hacen el caldo gordo de la delincuencia de cuello blanco, negro o del color que sea. Es por esa razón que al momento de escribir esta nota, el MP no ha actuado de oficio en el escándalo que tiene en la vicepresidenta un caso a juzgar.

Pues bien, en estos días de calle en diversos lugares del país, en lo que denomino una Revolución moral, queda claro en la mayoría de gente que participa, que es necesario depurar el sistema de justicia en su conjunto. Es lo que se desprende de lo denunciado por la CICIG. Es algo que el MP debe acompañar con acciones claras, de fondo, rápidas. La sociedad guatemalteca merecemos un trato que tenga como premisa, la rectificación a la altura de lo denunciado. No aceptamos taparte el ojo al macho, como se dice.

Este sábado 16 debe haber amplia movilización tanto en la capital como en los departamentos, en donde junto a las renuncias que faltan, se debe exigir la depuración del sistema de justicia en todos sus componentes, así como la agilización de los juicios pendientes. Serán concentraciones para ratificar el rechazo masivo a la corrupción y la urgencia de abordar algunas reformas indispensables que permitan pensar en un proceso para la refundación del Estado.

Creo que se debe saber que la ciudadanía se encuentra harta y que la renuncia de la vicepresidenta no cambia absolutamente nada pues continúa la impunidad, los recursos robados no aparecen, las mansiones compradas con ello siguen en su sitio, la desfachatez continúa a todo tren y por ello este sábado regresamos a las calles. Que nadie se equivoque, nada está terminado, nada está concluido. Me parece que estamos iniciando con buen paso, la Revolución moral en nuestro país.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150514/opinion/12435/Revolución-moral-y-la-justicia-guatemalteca.htm

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